viernes, 27 de agosto de 2010

Un 15 % de los trabajadores son mandados al seguro de paro en el Departamento de Florida. Miles se movilizan en repudio.

¡Que la crisis la paguen los capitalistas, no los trabajadores!


Por Karina Rojas


El pasado martes 20 de julio miles de trabajadores y vecinos del Departamento de Florida se movilizaron en repudio a la inmensa cantidad de envíos al seguro de paro que las patronales de frigoríficos y curtiembres realizaron en los últimos días.

Dos importantes empresas, el Frigorífico Florida y la Curtiembre Kindale enviaron a casi la totalidad de la plantilla obrera al seguro de paro, que suman unos 600 trabajadores pero que vienen a aumentar los cientos de envíos ocurridos en semanas y meses anteriores. Sin embargo, y frente al repudio que esta situación generó, las autoridades ya manifestaron el compromiso de retomar gradualmente a los obreros a partir de agosto y septiembre.

Solamente en el mes de julio, cerca de 1800 trabajadores se vieron afectados por la medida tanto en Florida como en varios otros departamentos, y se prevé que otras patronales “prescindan” de sus trabajadores. Entre los frigoríficos, en Tacuarembó, Colonia y Durazno también hubo envíos al paro, cuando no directamente despidos encubiertos por la no renovación de contratos eventuales.

Según los empresarios, el motivo de la medida es por la baja cantidad de ganado para la faena, y lo atribuyen a una cuestión estacional de fin de la zafra. En realidad lo que hacen es descargar los costos de sus negocios sobre los trabajadores. Cuando les va bien a los patrones se llevan toda la ganancia, cuando las va mal o baja el nivel de producción, quienes tienen que ajustarse el cinturón son los obreros, nunca los patrones, y encima amenazan con cerrar los establecimientos y con eso atemorizan y paralizan a sus trabajadores en su intento por defender su fuente de trabajo.

Los obreros, por su parte, han actuado con rapidez: además de la multitudinaria movilización y el paro en el rubro de los curtidores, han tomado otras medidas básicas como montar carpas en la puerta de las empresas para cuidar que estos patrones no las desmantelen, evitando así una política que es muy común en estos casos, el vaciamiento.

Frente a esta situación los dirigentes sindicales como los del gremio de curtidores generan ilusiones en que se puede confiar en los patrones. “Siempre estuvieron a las órdenes” dicen, como si a los patrones les importara si los obreros llegan a fin de mes o no. Ellos quieren ver garantizada su ganancia, es lo único que les importa. Los dirigentes deben romper esa política de seguidismo y conciliación con los intereses patronales. Debemos dejar de ser condescendientes con los empresarios y empezar a pensar en las necesidades del movimiento obrero.

Todos piensan que los trabajadores somos descartables, te toman o te quitan del sistema productivo como más les convenga a los patrones. Somos muchas veces la variable de ajuste frente a la necesidad de reducir costos. Sin embargo la ganancia capitalista no se cuestiona, pero el salario y el trabajo del obrero sí.

Empresas como el grupo brasileño Marfrig, que el año pasado facturó 410 millones de dólares y concentra el 25% de las exportaciones de carne, ahora dice que no pueden seguir pagando el salario de los obreros y los manda al seguro de paro. ¡Que se ataque la ganancia capitalista! ¡Que se abran los libros de contabilidad para ver los millones que se llevan los directivos y desnudar las cuentas y costos!

A la política de los patrones se le complementa la del gobierno frenteamplista del Pepe Mujica, que mantiene las ganancias de las empresas y no tiene empacho en mandar a miles de trabajadores al seguro de paro con la consecuente caída del nivel de vida de los obreros y sus familias. Frente a esta política hay que oponerle una dura resistencia, como hicieron en Florida que no dejaron esperar ni un día para manifestarse en contra.

Hay que discutir entre los obreros que toda fábrica que intente cerrar o despida masivamente a sus trabajadores, sea puesta a producir bajo el control de los obreros, porque no podemos darnos el lujo de perder nuestra fuente de trabajo. A los empresarios no les importa si las familias obreras no tienen cómo pagar el alquiler o el gas en los hogares obreros, pues a nosotros sí nos importa, por eso hay que pelear por mantener las fuentes de trabajo. No hay que contentarse, como nos recomienda la burocracia sindical, con agarrar una indemnización que no alcanza para nada, necesitamos trabajo.

Por otro lado no podemos tener ninguna confianza en los políticos patronales: el intendente nacionalista Enciso representa, tal como lo hace el conjunto del Partido Nacional, los intereses de los patrones. Es pura demagogia el haber participado de la movilización del martes, solo quiso posar ante el pueblo haciendo como que le preocupaba la situación de los obreros. Es mentira, lo único que le interesa es cómo seguir manteniendo las ganancias de la clase empresaria, a la cual él también pertenece.

Por su parte, los frenteamplistas como Lorier también posaron participando en la movilización, pero tienen cara de piedra porque mientras son gobierno nacional, siguen manteniendo una legislación que va a favor de las necesidades de los capitalistas: cuando a ellos les conviene mandan al trabajador al seguro de paro, condenándolo a recibir solo una parte de su salario, sin preocuparse en cómo harán él y su familia para enfrentar el alto costo de vida en nuestro país. Se dicen de izquierda pero demuestran que en política son igual a los partidos tradicionales: gobiernan para los patrones, manteniendo su ganancia a costa de la explotación obrera.

Debemos conformar un movimiento nacional en defensa de las fuentes de trabajo existentes y por la creación de fuentes de trabajo para todos aquellos que quieran trabajar. Basta de desocupación, por trabajo para todos, por aumento de salario al nivel de la canasta familiar. Esta es la manera de enfrentar los intentos de descargar la crisis sobre las espaldas de los trabajadores y sus familias.

Los revolucionarios que escribimos en el Blog Debate Militante opinamos que el movimiento obrero tendrá que romper con su dirección burocrática que lo conduce a la conciliación con los patrones y encarar un movimiento que logre conquistar la verdadera independencia de clase, única forma de luchar por nuestras reivindicaciones y sentar las bases para una sociedad sin explotación ni opresión, una sociedad socialista.

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